Súper-star a la par que ingeniera

Ayer se clausuró la 62 edición del Festival de Cannes, pero tranquilidad, que no vamos a ponernos en plan críticos de cine. Lo que ocurre es que tanta belleza, tanto photocall, tanta pose, tanto yate, tanto glamour, nos ha recordado una cita que nos gusta mucho:

«Cualquier chica puede ser glamourosa.
Lo único que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida»

La cita no es nuestra: es de Hedy Lamarr, actriz austriaca protagonista de “Sansón y Dalila”. Pero esta cita es también de Hedwig Eva Maria Kiesler, ingeniera que inventó la tecnología en la que se basa el Wifi y la telefonía 3G. Y es que la bella actriz y la sagaz ingeniera, son una sola persona.

Hedy Lamarr

Austria, 1913. Viene al mundo una niña muy guapa y muy lista (si, se puede). Con 16 años empieza sus estudios de ingeniería pero le atrae la farándula y comienza a interpretar. Protagoniza el primer desnudo del cine comercial en la película checa Ekstase, gracias a lo cual consigue fama mundial y un matrimonio (forzado por sus padres) con Friedrich ‘Fritz’ Mandl, una joya de marido (vendedor de armas, colega -entre otros- de Mussolini o Hitler) que la encierra en casa, la esclaviza y la utiliza para hacer negocios.

Te contaríamos la historia completa de cómo urdió un plan de fuga con la ayuda de su asistenta, con quien mantenía una relación sentimental, y llegó a súper estrella de Hollywood a la par que súper ingeniera, pero es que… ¡tenemos que trabajar!. Pero por si quieres saber más…..