Lunes. Primaveral. Sol y calorcito. Es hora de empezar a pensar en la playa, en ponerse en bañador ante la inquisidora mirada del resto del universo. En SIMPLE hemos decidido tomárnoslo muy en serio y ponernos a la tarea. A partir de hoy se terminaron los hamaiketakos de patatas, regalices, cacahuetes, cheetos, triskis y demás sustancias malsanas. Nos pasamos al papel comestible. Con cero calorías. De arándano, menta o patata.
No, no estamos de broma. Existe el papel comestible. Y en formato patata-chip se llama Slim-Chips. Surgidas de la mente del islandés Hafsteinn Juliusson (si, qué pasa… en Islandia hay más cosas que volcanes). El colorido nos resulta excesivamente sano (qué le vamos a hacer, puestos a llevarnos algo a la boca cuanto menos se parezca a una lechuga, mejor), pero estamos seguros de que este es un invento que con sus cero calorías puede triunfar (sobre todo si al morderlo no te dan arcadas)
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